Enfermedad ósea metastásica: diagnóstico y tratamiento del cáncer de hueso secundario
Escrito por:La enfermedad ósea metastásica, o metástasis ósea, se debe al cáncer de otra parte del cuerpo que se ha diseminado al hueso. Es más comúnmente relacionado con la propagación de neoplasias malignas primarias en la mama, pulmón, riñón, tiroides y próstata. Puede ser asintomática, pero generalmente causa dolor y puede resultar en una discapacidad. El Sr. Ian Holloway, consultor experto en cirugía ortopédica , explica más ...
Diagnóstico de enfermedad ósea metastásica
La enfermedad ósea metastásica puede ocurrir en cualquier parte del esqueleto. Tiende a causar la mayoría de los problemas cuando está situado en los huesos largos (fémur y humerus), o en la pelvis o la espina dorsal. El proceso de la enfermedad ósea metastásica tiende a causar debilidad localizada en el hueso, lo que resulta en un riesgo de fractura.Tales fracturas pueden ocurrir con menos fuerza de la que normalmente se requeriría para provocar que el hueso se rompiera. El diagnóstico se realiza generalmente sobre la base de los síntomas y se confirma con rayos X y escáneres. A veces se realiza una biopsia.
Tratamiento para las metástasis óseas
El tratamiento se realiza utilizando un enfoque de equipo multidisciplinario, con la participación de un oncólogo , cirujano ortopédico, enfermera especialista, fisioterapeuta y anestesista. Muchos casos de enfermedad ósea metastásica se pueden tratar con radioterapia y quimioterapia sola.
Se requiere observación continua en el centro ambulatorio. Los casos asociados con un riesgo significativo de fractura tienden a necesitar cirugía profiláctica para estabilizar el hueso para evitar la fractura, o (si ya se ha producido una fractura), para fijar la fractura. Esto se hace generalmente con un dispositivo para estabilizar el hueso entero, llamado un clavo intramedular. Si la metástasis está cerca de una articulación, a veces se utiliza el reemplazo articular.
Resultados del tratamiento de la enfermedad ósea metastásica
El tratamiento quirúrgico no suele ser curativo. Está diseñado para tratar el dolor y mejorar la función, y para permitir la posterior radioterapia y quimioterapia. Debido a la naturaleza multidisciplinar del tratamiento de la enfermedad ósea metastásica, es recomendable que el tratamiento se lleve a cabo en un centro especializado, con las especialidades adecuadas representadas.