Alteraciones de la conciencia
La conciencia se define como el estado en el que las personas mantienen conocimiento sobre sí mismos y sobre el entorno en el que se encuentran. Por ello, cuando se da alguna alteración en este estado, se pueden producir distintos de trastornos, según la gravedad de su afectación a las funciones mentales cognitiva y afectiva. Entre las alteraciones de la conciencia más frecuentes, encontramos: la letargia u obnubilación, que es la reducción del estado de alerta o la falta de atención y cierto grado de somnolencia diurna; la confusión, que sería un poco más grave que el letargo, ya que provoca desorientación espaciotemporal de la persona e incluso etapas de ensoñaciones o alucinaciones; el estupor, en el que el paciente está permanentemente dormido y reacciona sólo mediante estimulación, aunque sólo con respuestas sencillas; y el coma, que es un estado en el que hay falta de reacción ante cualquier estímulo y, dependiendo del paciente, puede provocar un estado vegetativo persistente o presentar un estado de conciencia mínimo, con ciertas expresiones faciales o vocalizaciones.
La conciencia se caracteriza a menudo por cualquier cambio en la conciencia de un individuo, desde la autoconciencia total hasta la completa falta de ella. Los estados conscientes mínimos y los estados vegetativos persistentes también se clasifican como trastornos de la conciencia. La conciencia se define como el estado en el que las personas conservan el conocimiento sobre sí mismos y sobre el medio en el que se encuentran. Entre las alteraciones más frecuentes de la conciencia están: letargo o somnolencia, confusión y estados comatosos.