La microdermabrasión es un procedimiento no invasivo que elimina las capas más superficiales de la piel. Es similar al peeling pero es menos agresivo.

Ayuda a reducir las líneas de expresión y las arrugas finas, mejorar las estrías, reducir la hiperpigmentación y el ensanchamiento de los poros, minimizar los signos del envejecimiento y el daño solar, y aumenta la circulación para lograr una piel más saludable.

Este tratamiento no requiere tiempo de recuperación.

¿Qué implica?

La microdermabrasión promueve la regeneración celular, aumenta la producción de colágeno y proporciona una mayor elasticidad a la piel. El procedimiento consiste en exfoliar la capa externa de la epidermis y luego pulir la piel con pequeñas puntas de diamante o aluminio que eliminan las imperfecciones, arrugas y manchas solares que han aparecido en los últimos meses. Esto da como resultado una consistencia mejorada de la piel y le da un tono más claro, más rosado y una sensación más suave.

El tratamiento generalmente toma alrededor de 35 a 40 minutos.

Cómo prepararse para eso

Antes de someterse al tratamiento de microdermabrasión, el dermatólogo puede recomendar cremas para preparar la piel, que se deben aplicar hasta 48 horas antes. Además, el tratamiento debe realizarse en piel limpia, libre de cualquier rastro de maquillaje o suciedad.

Cuidado posterior al tratamiento

Después del tratamiento de microdermabrasión, es importante aplicar una crema suavizante y usar protección solar.