La urticaria solar se manifiesta con ertitema y habones pocos minutos después de la exposición a la luz solar (normalmente tras 10 minutos). El primer síntoma es el prurito, seguido de eritrema y habones. Dichas reacciones suelen desaparecer al cabo de unas tres horas, aproximadamente. Sin embargo, si la exposición al sol es muy intensa los síntomas pueden acentuarse, llegando a sufrir cefalea, hipotensión e incluso broncoespasmo. Se clasifica en diversos tipos, según la onda de luz que la provoca. El tratamiento dependerá de cada caso, pero el uso de cremas solares con alto factor de protección son muy importantes, así como el uso de ropa adecuada que impida la filtración de los rayos solares. La administración de medicación para los casos más avanzados debe estar correctamente estipulada por un especialista.