Una prueba intradérmica se utiliza para detectar la sustancia o alergeno a la que un paciente tiene una reacción alérgica. Por lo general se lleva a cabo cuando los resultados de pruebas de punción cutánea son negativos, pero todavía hay sospecha de una alergia a un alérgeno en particular. La prueba intradérmica implica la inyección de pequeñas cantidades de la sustancia o alérgeno debajo de la piel del paciente. Los resultados se pueden obtener en un periodo de entre 10 y 30 minutos, comprobando si se produce síntomas claros que confirman una reacción alérgica en la forma de pequeñas urticaria con hinchazón y enrojecimiento. Esta prueba normalmente proporciona resultados convincentes y fiables.