Provocaciones de alergias controladas
Las pruebas de alergia son aquel conjunto de exámenes que se realizan a un paciente con el objetivo de establecer la sustancia o alérgeno ante el que manifiesta una reacción patológica. Existen tres tipos de pruebas: la prueba de punción de la piel, la prueba cutánea intradérmica y la prueba del parche. En la primera, también llamada prick test, se punza una pequeña cantidad de la sustancia motivo de estudio bajo la superficie cutánea del antebrazo del paciente y a los 15-20 minutos se observa si se ha producido enrojecimiento o hinchazón de la piel. La prueba cutánea intradérmica se usa para detectar alergias más específicas como las de los insectos y se basa en la inyección de alérgeno dentro de la piel. Por último, en la prueba del parche se aplican alérgenos en una cinta adherida a la piel del paciente durante 48 horas para observará su reacción al cabo de 72-96 horas. Durante la realización de estas pruebas se pueden sentir algunas de las molestias propias de la alergia, como picazón, congestión nasal, ojos llorosos o erupción en la piel si se es alérgico a la sustancia con la que ha entrado en contacto.